febrero 09, 2009

ENSAYO

INTRODUCCIÓN

El comportamiento del ser humano ha sido motivo de estudio y reflexión desde que el hombre comenzó a ser consciente de su propia existencia. Las causas han sido muchas, y conforme avance en su evolución parecen multiplicarse cada vez más.
En su inicio, de particular importancia resultó establecer normas de convivencia que le permitieran interactuar con sus pares, a fin de que pudiera realizar toda suerte de actividades, hasta donde los límites impuestos por la sociedad se lo marcaran.
Así, ello fue la excusa o causa para que se desarrollaran grandes convenios, tratados, leyes, códigos, normas, reglamentos y el máximo documento sobre el particular, las constituciones, que rigen a toda una nación; creada para regular la conducta de los individuos dentro de un cierto territorio, a fin de establecer sus derechos y obligaciones generales, sin ahondar en profundidad sobre gran cantidad de temas, los cuales deja a los citados códigos y leyes.
Sin embargo, más allá de lo que se encuentre establecido en documentos de índole legal, hay otro ámbito que no se encuentra por escrito de manera específica y son las normas sociales, aquellas que marginan a ciertos grupos o individuos si su conducta sale fuera de lo que se considera normal.
En el terreno de la investigación, si bien hay sanciones legales para el plagio, también existe la deontología o ética de las profesiones, que es un código a través del cual se contempla lo que es o no correcto realizar, desde un punto de vista ético; y en ella se insertaría la realización de las investigaciones.



DESARROLLO

Cómo Comprendernos


Todo tiene siempre un comienzo, aunque no podamos precisar en muchas ocasiones cuándo es que éste se dio. Así, normar la conducta humana pudo tener diversos orígenes, el deseo de unos cuantos de tener poder sobre la mayoría, la preocupación por regular la convivencia y que prevaleciera la armonía y la razón o quizá la claridad de que hay tanta diversidad de pensamientos como individuos existan y ello era una forma de unificar ciertos criterios.
Por la causa que sea, seguramente no una sola, el caso es que se comenzó a regular el comportamiento de los individuos y así definir qué es bueno, lo que se reconoce y merece ser premiado, y qué es malo, lo que se sanciona; de cierta manera, establecido a través de la lógica de la mayoría, en forma quizá un tanto arbitraria, como podría ser la construcción del lenguaje mismo y la forma en que conceptualizamos y damos un determinado nombre a algo.
Sin embargo, si nos adentramos un poco más, podemos tener claro que para darse estas condiciones de regulación, lo más importante es que haya comprensión entre los seres humanos, comprender hasta dónde puede llegar uno, sin invadir los límites o privacidad del otro; respetar sus niveles de aprendizaje, de intereses, de trabajo, de realización.
Hay dos tipos de comprensión, la intelectual u objetiva y la humana intersubjetiva, señala Edgar Morín (1999) , para quien la primera no tiene mayor dificultad pues solamente requiere de explicación para que ese conocimiento se aprenda, no así la humana cuyo significado se relaciona con identificarse en la alegría o sufrimiento del otro, requiere necesariamente de empatía para suponer qué piensa o siente.
Los principales obstáculos para que se dé, indica el autor, son los malos entendidos, la cultura que varía de nación en nación, la ignorancia sobre los valores de otra cultura, la falta de comprensión hacia otros pueblos, así como la imposibilidad de comprensión de una estructura mental a otra.
Por si lo anterior no fuera suficiente, también nos señala al egocentrismo, etnocentrismo y sociocentrismo, que se pueden centrar en una sola palabra, el egoísmo, a nivel individuo o sociedad, lo que conlleva la incapacidad de autocrítica y, por tanto, de empatía hacia los demás.
Así las cosas, para favorecer la comprensión, en su misma obra, Morín nos recomienda, el bien pensar, un autoexamen introspectivo crítico, conciencia de la complejidad humana, apertura subjetiva hacia los demás e interiorizar la tolerancia. Con ello, los individuos estaremos en posibilidad de crear las condiciones para habitar un mundo de mayor comprensión, lo cual eleva considerablemente las posibilidades de vivir en armonía y avanzar hacia otro nivel.


La Ética en el Hogar

El lugar del que parte el ser humano, en muchas ocasiones incluso su motor, es su entorno familiar, los hijos, esposa, hermanos, madre. Aquí es donde nace o se gesta todo lo antes dicho, la comprensión o la incomprensión.
Cuando se es padre o madre, se sabe bien lo crucial que es inculcar valores a los hijos, aquí comienza el proceso de conceptualización, qué es bueno y qué es malo para cierta familia, dentro de su comunidad, sociedad o país. Lo que puede ser bueno dentro de una sociedad narca, por ejemplo, es matar antes que dejarse matar; ganar un territorio, antes de permitir que el rival lo gane; ello parece ficción, pero no lo es y se ha demostrado, consanguíneos se dedican por entero al muy lucrativo negocio del narcotráfico; los chistes sobre preguntar a un niño a qué quiere dedicarse cuando sea grande y responder que quiere ser narco porque ganan mucho dinero, parecen cada vez más cercanos a la realidad; al menos en cierto territorio de nuestro país.
Aceptar esa realidad, no con beneplácito sino como algo ineluctable, es un buen punto de partida para saber en dónde tenemos puestos los pies. Hacer uso de todos los recursos que nos indica Morín, para admitir lo que existe, aceptar lo que hay, pero luchar por cambiar primero nuestra mentalidad antes de intentar cambiar al otro.
Esa es la propuesta, partir de la realidad, hablar con la verdad a los hijos, decirles qué es lo correcto y qué no lo es, así sea desde su propia concepción, más no conveniencia. Estoy convencida que es de los progenitores de quien depende esa labor para crear la conciencia ética en su familia.
Puede resultar increíble pero es real, mucha gente no quiere escuchar la verdad, porque le golpea, le duele o incluso le perjudica. Cómo pedir a un hijo que no mienta, si escucha al padre mentir; cómo hacer a un hijo ordenado y trabajador si tiene padres que no lo son; cómo crear hijos comprensivos si se es intolerante.
Cuando hablo de inculcar buenos hábitos y valores, me refiero al ejemplo, que es el punto más difícil, por ello regresamos al punto de partida, ya sea a nivel macro o a nivel micro, el que tiene que cambiar primero es el individuo para que después pueda cambiar a su familia y con ello lograr un cambio en la sociedad, para así poder cumplir con las recomendaciones que nos indica Morín.


La Ética en el Trabajo

Después del hogar, el ser humano enfrenta la escuela, otro caldo de cultivo para allegarse de distinto tipo de conductas, lo cual dependerá del entorno familiar en el que se haya desenvuelto, así, se incrementan en él las posibilidades de crecer intelectual y moralmente, o de decrecer en la escala de valores que maneje la sociedad en la cual esté inserto.
Más adelante, se enfrentará al ámbito laboral, ya con toda una serie de conceptos, ideas y valores hechos; lo que no quiere decir que ya esté echado a perder, o sea todo un dechado de virtudes, pues pese a tener una formación ya muy definida, no podemos decir que sea imposible cambiar pues entonces todo lo antes dicho perdería su razón de ser.
En todo momento somos los mismos, no cambiamos de cerebro como cambiamos de ropa; en el hogar, en la calle y en el trabajo, nos rige la misma forma de pensar, pero si hacemos uso de la ya multicitada capacidad de comprensión, podemos modificar esos patrones de conducta con los que vivimos por años; la base es el análisis crítico, parafraseando a Morín, y así tomamos el papel de juez en todas las cosas que hacemos, lo que nos permitirá modificar ideas anquilosadas.
Cuáles pueden ser las conductas más indeseadas en un trabajador ¿la holgazanería?, ¿la falta de iniciativa?, ¿el hurto?, pueden ser muchas pero se tienen que dar diversas circunstancias para que haya un cambio, si las cosas no son sencillas en el ámbito familiar, en el laboral se multiplican las complicaciones.
El símil de los padres, son los jefes, pues son quienes nos observan, nos premian o sancionan y nos guían; sin embargo, su figura dista mucho de ser tomada como tales, pues aquí entra en juego el interés monetario. El jefe jamás podrá ser considerado un padre pues su función es hacernos trabajar para que la empresa obtenga plusvalía, así visto, puede perder mucho ante la vista de sus subordinados si, además, observa una conducta inadecuada, de abuso o mal ejemplo.
Además, de lo anterior, la situación en el trabajo tiende a ser más compleja pues en la sociedad mexicana encontramos que muchos cargos de importancia no los ocupa el más capaz o con mejor perfil para el puesto, sino el amigo, sobrino, hijo, compadre o hermano de alguien, lo cual genera rencor al interior, un sentimiento de que algo injusto o arbitrario se ha perpetrado, sobre todo si dentro de la planta trabajadora hay alguien que podría haber merecido ese cargo.
Lo antes dicho sin citar las políticas injustas y discriminatorias que se llegan a dar en el trato al trabajador masculino y al femenino. A lo largo de su historia también ello ha sido causa de estudio y propuestas, a fin de lograr el tan anhelado equilibrio sin que, a la fecha, se haya conseguido en gran cantidad de empresas.
Al llegar a este punto, notamos entonces lo mismo que ya hemos citado, la comprensión y la ética son indispensables para la sana relación armónica de los individuos.
Modificar dogmas, flexibilizar posturas, admitir el error y corregir, se hace indispensable cuando el proceso de socializar ya implica otro tipo de relaciones más allá de las afectivas.
Considero indispensable crear conciencia, en donde no la haya, sobre la importancia de brindar un trato justo y de igualdad de oportunidades, tanto para hombres como para mujeres, como por aptitud para desempeñar un cargo.
De nuevo caemos, por supuesto, en que todo debe partir del propio individuo, para transmitirlo hacia los demás y crear una cadena de apoyo y comprensión, que servirá entonces para brindarle mejores condiciones laborales.


La Ética en la Investigación

Cuando el individuo comienza su proceso de profesionalización, el siguiente paso, en cierta medida natural, que se prevé dé es comenzar a realizar investigación pues es algo que está en la naturaleza del ser humano, indagar en todo momento, buscar respuestas, plantear nuevas alternativas, conocer más, avanzar, aunque eso signifique en ocasiones y de manera paradójica, retroceder. En ese camino, encontrará que mucho trabajo ya estaba hecho, comenzará entonces a retomar ideas de unos u otros autores, en ocasiones, si no los encontró, es muy probable que llegue a conclusiones similares de otros que recorrieron ese mismo camino antes que él, lo cual no significa que los pase por alto sino que debe citarlos y mencionar sus coincidencias .
Si la formación previa del nuevo investigador no incluyó en su seno familiar una sólida conciencia ética, así como los componentes que favorecen la comprensión, propuestos por Morín, y tampoco los aprendió durante su desarrollo laboral, será imposible que al realizar investigación las puede aplicar ya que nadie pone en práctica lo que no conoce, con lo cual, de manera lógica, caerá en la antítesis de lo que debe ser un verdadero investigador.
Ello puede deberse al desconocimiento, comenta Rojas Soriano (1992), pero esta falla debe subsanarse de inmediato y citar al autor del cual se obtuvieron las ideas.
Lamentablemente, nos comparte el autor, la nociva práctica del plagio de ideas es muy utilizada en nuestro país en donde se puede llegar a la apropiación de capítulos o libros completos, si no se es descubierto a tiempo.
La gravedad de lo anterior es de tal magnitud que quien haga algo de semejante naturaleza se encontrará envuelto en problemas de índole legal, lo cual nos dimensiona el grado al que se debe estar corrompido para caer en tales prácticas.
Qué se necesita para contar con una formación de verdadero científico:
1. Tener una formación desde el seno familiar acorde con los principios y valores que rigen a la sociedad y sus leyes.
2. Cumplir en los planteles escolares a los que se asista con honestidad, a través del estudio constante, la puntualidad, asistencia y elaboración con calidad de las tareas y demás deberes que implique el estudio, así como respetar los reglamentos del plantel educativo.
3. Durante el desarrollo de su vida laboral, cumplir con lo que le corresponda hacer, brindar siempre un esfuerzo extra, en horas, en calidad en el trabajo, en actitud hacia sus superiores, compañeros y subordinados, en cumplimiento con la normatividad que le rija, en no incurrir en conductas deshonestas y dolosas.
4. Con todo lo anterior, el tránsito por el campo científico, podrá desarrollarse de manera natural y el investigador sólo estará entonces preocupado en hacer precisamente lo que quiere: investigar, descubrir y colaborar en el avance de la ciencia, cualquiera que sea el campo en el que se desee desarrollar.
El ideal será llegar a regirnos por la antropo-ética de Morín que, de acuerdo con sus mismos planteamientos, conlleva “la esperanza de lograr la humanidad como conciencia y ciudadanía planetaria”




CONCLUSIONES

Los seres humanos buscamos la felicidad y el bienestar, en ocasiones, sin reparar en los métodos para conseguir todo ello; en este trabajo se pretendió hacer especial énfasis precisamente en que debemos readaptar nuestras prioridades individuales en aras del bien común pero con la idea bien centrada que este trabajo deberá partir del interior de cada persona.
No se pretende, por supuesto, mártires en ningún sentido, nadie en su sano juicio querrá producirse un daño a sí mismo; lo que se trata es de dar un primer paso, ser empáticos, hacia todos los que nos rodean y no hacer aquello que no nos gustaría padecer o que nos hicieran a nosotros.
Lo importante es inculcar en el individuo la premisa de que no está solo en este planeta y que todo lo que haga repercutirá a pequeña o gran escala en alguien más, depende de sus decisiones y el lugar que ocupe dentro de la sociedad.
Si somos conscientes de que nos constituimos en ejemplo para los demás, siempre será preferible ser uno bueno sobre uno malo, quizá avancemos en la evolución que siempre buscamos en cada paso que damos aunque, como ya mencioné, en ocasiones se corre el riesgo de que ese intento de avance nos lleve a un cierto periodo de retroceso.
Si centramos de manera clara nuestra propósito de vida, lo que queremos para nosotros mismos y para quienes nos rodean, estaremos organizando lo más importante y daremos sentido a nuestra existencia, a nuestro paso efímero por esta tierra pero que nosotros podemos transformar en un hecho significativo.




GLOSARIO


Deontología. (Del griego δέον "debido" + λόγος "tratado"), término introducido por Bentham —Deontology or the Science of Morality, en 1834— Con este término se hace referencia a la rama de la Ética (parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre) cuyo objeto de estudio son los fundamentos del deber y las normas morales. Se refiere a un conjunto ordenado de deberes y obligaciones morales que tienen los profesionales de una determinada materia. La deontología es conocida también bajo el nombre de "Teoría del deber" y junto con la axiología es una de las dos ramas principales de la Ética normativa. También, desde la cultura mesotámica hace referencia al estudio de los dientes. sto es una alegoría, ya que presenta al estudio de la leyes representado por una boca, en donde los dientes hacen el papel de las leyes, las cuales deben ser tratadas y cuidadas incluso del propio ser humano quienes llegan a malinterpretar las leyes .

Egocentrismo. En psicología, egocentrismo es la característica que define a una persona para referirse a que sus propias opiniones e intereses son los más importantes. El término deriva del latín ego, que significa "yo". Una persona egocéntrica no puede "ponerse en los zapatos de los demás (quitándose primero los de él mismo)", y cree que todos buscan lo que él busca (o lo que él ve, en alguna forma, excede en lo que otros ve) .


Ética. La ética proviene del griego "Ethos" cuyo significado es "Costumbre". Tiene como objeto de estudio la moral y la acción humana. Su estudio se remonta a los orígenes de la filosofía moral en Grecia y su desarrollo histórico ha sido diverso. Una doctrina ética elabora y verifica afirmaciones o juicios. Esta sentencia ética, juicio moral o declaración normativa es una afirmación que contendrá términos tales como 'malo', 'bueno', 'correcto', 'incorrecto', 'obligatorio', 'permitido', etc, referido a una acción o decisión. Cuando se emplean sentencias éticas se está valorando moralmente a personas, situaciones, cosas o acciones. De este modo, se están estableciendo juicios morales cuando, por ejemplo, se dice: "Ese político es corrupto", "Ese hombre es impresentable", "Su presencia es loable", etc. En estas declaraciones aparecen los términos 'corrupto', 'impresentable' y 'loable' que implican valoraciones de tipo moral.

La ética estudia la moral y determina qué es lo bueno y, desde este punto de vista, cómo se debe actuar. Es decir, es la teoría o la ciencia del comportamiento moral .

Etnocentrismo. Es el acto de ver y analizar al mundo de acuerdo con los parámetros de la cultura propia. El etnocentrismo suele implicar la creencia de que la propia raza o grupo étnico sea la más importante, o que algunos o todos los aspectos de la cultura propia sean superiores a los de otras. Dentro de esta ideología, los individuos juzgan a otros grupos en relación a su propia cultura o grupo particular, especialmente en lo referido al lenguaje, las costumbres, comportamientos o religión. Dichas diferencias suelen ser las que establecen la identidad cultural .

Intersubjetividad. El término intersubjetividad es un concepto propio de la psicología y otras ciencias sociales, así como propio de la reflexión epistemológica sobre la ciencia en general.
El concepto se usa de tres formas:
• En primer lugar, en su sentido más débil, se usa para referirse al acuerdo. Se dice que existe intersubjetividad entre los que acuerdan un determinado significado o definición de la situación.
• En segundo lugar, de un modo más sutil, se ha usado para referirse al sentido común, los significados compartidos construidos por la gente en sus interacciones, y usado como recurso cotidiano para interpretar el significado de los elementos de la vida cultural y social. Si la gente comparte el sentido común, entonces comparte una definición de la situación.
• En tercer lugar, el término se ha usado para referirse a las divergencias de significado compartidas (o parcialmente compartidas). La auto-presentación, la mentira, las bromas y las emociones sociales, por ejemplo, todo ello conduce no a una definición compartida de la situación, sino a divergencias parcialmente compartidas del significado. El que dice una mentira se compromete en un acto intersubjetivo, porque trabaja con dos definiciones diferentes de la situación. Mentir es por tanto genuinamente intersubjetivo (en el sentido de que opera entre dos definiciones subjetivas de la realidad) .

Ley. (Del latín lex, legis) es una norma jurídica dictada por el legislador. Es decir, un precepto establecido por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia, y para el bien de los gobernados. Su incumplimiento trae aparejada una sanción .

Norma. En Derecho, una norma jurídica es una regla u ordenación del comportamiento dictada por autoridad competente, cuyo incumplimiento trae aparejado una sanción .





BIBLIOGRAFÍA

EDGAR, MORÍN, “Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro”,
Correo de la UNESCO, 1999

ROJAS SORIANO, RAÚL, “Formación de Investigadores Educativos”, Edit. Plaza y Valdés, México 1992
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